miércoles, 20 de mayo de 2020

Capítulo 2: Un gran dolor

¡Joder pero qué dolor! 

¿Qué había pasado? ¿Porque todo mi cuerpo se siente adolorido? Me inspeccioné. No tenía heridas profundas, ni golpes o tan siquiera un moretón. Pero me sentía agotado. 
Me levanté del suelo, este era rasposo y...¿verde? ¿desde cuando el suelo tenía color? 

Observé todo a mi alrededor. No pude apreciar nada interesante más que árboles gigantescos y frondosos. ¿Este era un bosque? ¿Cómo había llegado a un bosque? ¡Maldición! ¿En dónde estaba? 

Decidí caminar un poco para encontrar un camino de pavimento o alguna casa pero...¿por dónde debería ir? Había cuatro caminos disponibles alrededor de mí. ¿Cuál era el norte y cual el sur? Oh no...

¡Estoy perdido! 

-¡Hola! -exclamó una voz chillona a mis espaldas. 

Salté del susto. 

Una chica con cinco centímetros menos que yo, estaba parada frente a mí. Todo en ella era rosa; su vestido, sus zapatillas de piso e incluso su cabello. ¿Era la moda nueva ahora? Lo único diferente...eran sus ojos. Verdes al igual que una esmeralda. A pesar de que yo era un extraño para ella, sonreía, como si me conociera de toda la vida. A simple vista parecía amigable. 

-Hola, amm... -rasqué mi nuca vigilando cada rincón del bosque. Esta chica podría ser una distracción. Pero ¿de qué?-. ¿Quién eres tú? 

Ríe, como si mi pregunta fuese un chiste para ella. 

-Mi nombre es Amy Rose, pero puedes decirme sólo Amy. 

-Bien, sólo Amy...¿qué es este lugar? 

-Es un bosque -respondió-. El corazón de Mobius. 

¿El corazón de Mobius? ¿Estaba dentro de un corazón? 

¡Oh vamos, Silver! No te lo tomes tan literal

-Ah...¿qué es Mobius? 

Mi pregunta esta vez la hizo sobresaltar. Al parecer parecía tan impresionante lo ignorante que sonaba en este momento. 

-Puedo comprender que no eres de aquí...¿de dónde eres? -evadió mi pregunta-. ¿Ciudad Vespertilio? ¿Talpa? ¡Oh, ya sé! A decir por su largo cabello gris, me parece que provienes de Lupindwood. 

¿Lopindwood? 

-En realidad vengo de...otro mundo, el cual es mucho menos colorido que este. ¿Sabes como puedo regresar a Orbis? 

-¿Orbis? -se cuestionó mirando hacia el cielo despejado-. Nunca había escuchado esa ciudad...¿está en el mapa? 

-Claro que está en el mapa, es liderada por el presidente Cat, el hombre más noble e inteligente que he conocido -respondí, un poco ofendido por su pregunta. 

Amy llevó sus manos a la boca en un acto de sorpresa increíble. Sus ojos se aterraron después de mis palabras. 

-¿Presidente?...¡Eres del gobierno! 

-¿Qué? ¿Gobierno? ¿De qué estás...?

-¡AUXILIO! -comenzó a gritar corriendo en círculos-. ¡Es un espía del gobierno! ¡Ayuda! 

¿Espía? ¿Del gobierno? ¡Por supuesto que no!

-¡Por favor tranquilízate! -exclamé tratando de sostenerla, pero era rápida-. ¡No soy un espía! ¡Lo juro! 

-¡Ayuda! ¡Quiere experimentar con mi sangre! ¡Por favor que alguien me ayude! -continuó gritando como una lunática-. ¡Sonic! 

¿Sonic? 

Sentí una ligera punzada en mi cabeza. La sostuve con fuerza, de un momento a otro comenzó a doler, cada vez con más intensidad. ¿Por qué esa palabra me estaba provocando tal dolor? ¿Qué significaba Sonic? ¿Qué era Sonic? 

-¡Sonic! ¡Sonic! 


-¡Basta! 

De una intensión, la atrapé con mis brazos y la detuve, pero su cuerpo era tan ligero que sus piernas no resistieron a mi peso y ambos caímos al suelo. El tiempo se detuvo en microsegundos, lo cual, me dio la oportunidad de colocarme por debajo de ella y evitar que su espalda se impactara. 

Pronto, estuve extendido en el césped con la chica del cabello rosa sobre mí. Sus ojos esmeralda me miraron con asombro y noté como las mejillas se le tornaron rojas en segundos. Luego me dí cuenta del por qué. Mi mano la sostenía firmemente de su cintura y mi nariz estaba a centímetros de la suya. 

-Yo...-miré sus labios. Tenían un tono durazno-. No soy ningún espía. 

Amy se levantó enseguida dejándome un poco más de aire. Ella limpió su rosado vestido con nerviosismo y peinó un mechón de su corto cabello hacia atrás. 
Yo también me levanté.

-¿Entonces? ¿Quién eres? -preguntó. Su tono ya no fue el mismo de antes. Parecía enfadada o quizás confundida. 

-Mi nombre es Silver, por alguna extraña razón, no puedo recordar nada de lo que pasó antes de llegar a aquí, no sé cómo fui a parar en este bosque -expliqué, pero ella no se atrevió a mirarme de nuevo-. Desconozco este lugar, creo que estoy perdido. 

Eso tranquilizó un poco las cosas. Pareció comprenderlo, lo noté por su mirada avergonzada. 

-Lo...siento -dijo en voz baja-. Por haberte dicho que eras un espía del gobierno, es sólo que...me pareció extraño que mencionaras al presidente de tu ciudad. 

-¿Lo conoces? 

-No en realidad, pero el presidente de Mobius es... -miró hacia todos lados asegurándose de que nadie husmeara entre los arbustos-. Es realmente malvado. 

-¿Lo es? 

Ella asintió. 

-Él...

Se vio interrumpida al escuchar un ruido detrás de los arbustos. Eso la inquietó y alarmó a la vez que no tuvo opción de detenerse. El bosque no parecía aterrador, al contrario, todo era colorido y armonioso, no había motivo alguno por temerla a algo. Pero Amy pensaba lo contrario. 

-Será mejor que vayamos a casa -dijo ella sintiéndose insegura del lugar-. Nunca sabes quién puede estar merodeando en este bosque. 

-Seguro -asentí. 

Ella me guió por el camino hacia la derecha. No había nada más que árboles y frutos exóticos. ¿Qué hubiera pasado si Amy no hubiese aparecido? Posiblemente estaría más perdido que ahora. 

Pronto, el camino se fue haciendo cada vez más estrecho. Noté como a lo lejos nos quedaba poco césped. ¿Estábamos yendo hacia su casa en realidad? Amy se detuvo en cuanto topamos con un arbusto bastante alto que nos impedía seguir avanzando más. 

-Hemos llegado -anunció Amy. 

-¿El arbusto es tu casa? -pregunté, por lo que ella soltó una risa contagiosa. 

-No en realidad, pero está detrás de él. 

Con ambas manos abrió el centro del arbusto lo cual hizo entrar un rayo de luz delgado por el orificio. No pude apreciar casi nada por la intensidad de la luz. Entonces, Amy se adentró al arbusto y desapareció. Eso me sorprendió. ¿Acaso no tiene espinas o bichos peligrosos con los que se pueda lastimar? 

-¡Vamos, Silver! -exclamó del otro lado. 


Hice lo mismo que ella. Abrió un tramo grande del arbusto para dejar pasar mi cuerpo. En cuanto mis pies tocaron el suelo, me sentí más seguro. 

No pude evitar quedar impresionado ante la casa que tenía frente a mis ojos. Era enorme, como para habitar al menos unos treinta inquilinos. Tenía un jardín precioso con flores extrañas y de un color crema. Y mezclada con el inmenso bosque, le daba un toque bastante atractivo. Era como si Amy me hubiese llevado al paraíso. 

-Bienvenido a la Mansión Erizo. 

Un extraño nombre para una casa como esta. Pero no le quitaba lo increíble. 

-¿E-es aquí donde vives? -pasé saliva con dificultad. Amy no tenía aspecto de niña rica ni mucho menos era arrogante como para vivir en un lugar como este. 

-Así es, no sólo vivo yo, sino otros amigos -aseguró ella con las manos juntas por detrás-. Estoy segura de que estarán contentos de conocerte. En especial Sonic. 

Nuevamente ese nombre. ¿Así que Sonic era una persona? ¿Por qué cada vez que ella lo mencionaba me provocaba un dolor de cabeza? Debería conocer a ese tal Sonic de una vez por todas o acabaré como un loco. 

Caminamos hasta la puerta de la entrada, la cual, era alta y amplia, tallada en madera. Cuando puse un pie dentro de aquella casa, apareció una punzada más intensa que la anterior que me hizo hincarme del dolor. 

-¡Silver! 

Cerré mis ojos, apretándolos con fuerza ante el dolor y unas imágenes aparecieron en mi cabeza. Se plasmaban una y otra la vez con gran velocidad que no pude apreciar lo que eran en realidad, pero unas voces mencionaban mi nombre una y otra vez. Luego todo se detuvo en una chica de cabello lila y ojos de gato. Sonreía, era tan preciosa como una gema. 

-Silver -la voz de Amy me hizo abrir los ojos de golpe. Ella se veía tan preocupada por mi actitud. Una de sus manos sostenía firmemente mi hombro-. ¿Estás bien? 

Me sacudí la cabeza tratando de alejar el dolor y después enderecé el cuerpo. Me sentí avergonzado ante dicho episodio, pero quedé tan confundido como Amy. 

-Estoy bien -aseguré, por lo que ella se tranquilizó un poco-. Sólo...sentí un gran dolor de cabeza. 

-¡Pero que tonta soy! -exclamó haciendo el además de irse, pero después regreso-. ¡Es cierto! Cuando te encontré estabas inconsciente que no pude evitar dejarte ahí, olvidé preguntarte el por qué lo estabas. ¡Pero ponte cómodo! Traeré una taza de té para disminuir el dolor. 

-No es necesario...

-¡Claro que lo es! -me tomó de la mano y me arrastró a un sofá gigante en forma de U y de un color camello, llevó sus manos a mis hombros y de un impulso me hizo sentar-. ¡No tardaré! 

Amy salió disparada hacia una puerta corrediza a mi izquierda. Eso me dio tiempo de observar todo a mi alrededor. La sala sin duda era enorme, más que el sofá, sin embargo, no era tan amueblada. Lo que si pude notar eran las escaleras; tres de cada lado en forma de espiral. ¿Por que tantas? ¿Acaso la casa tenía demasiadas habitaciones? ¿Qué había en el segundo piso para que los obligara a poner tantas escaleras? 

Pero no era momento de criticar la casa. 

¿Qué demonios sucedió hace un par de minutos? ¿Qué fueron todas esas imágenes y por qué me afecta tanto? ¡Odio no poder recordar nada! ¡Maldición! 

De pronto, una ráfaga de viento golpeó las ventanas con brusquedad. Eso me escamó, pero no tanto como para tratar de defenderme. Puede apreciar como las hojas de los arbustos caían lentamente al suelo y la tierra se levantaba esparciendo el polvo por fuera de toda la casa. ¿Se acercaba una tormenta acaso? 

La puerta se abrió dejándome apreciar la figura de un chico de estatura mediana, lo cual, me hizo levantarme del sofá. Su cabello era azul, al igual que su vestimenta a excepción de sus tenis deportivos, los cuales eran rojos y combinaban perfectamente con su atuendo y todo en él. Era delgado pero con el cuerpo tonificado y al igual que Amy, ojos verdes. 

Cerró la puerta y en cuanto me vio, detuvo el paso. 

-Oh...hola -saludó con amabilidad. Esbozó una enorme sonrisa amigable. 

-Hola -metí mis manos a mi sudadera blanca. 

Él se acercó a mí sin dudar ni un segundo de mi presencia. ¿Por qué era tan confiado? 

-¿Eres amigo de Tails? -preguntó. 

¿Tails? Desconocía ese nombre por completo. 

-No -respondí mirándolo con sospecha. 

¿Por qué su voz me suena tan familiar? ¿Quién es este sujeto y por qué siento que lo conozco como la palma de mi mano? 

-Entonces debes ser amigo de Amy -afirma y levanta el dedo índice con una sonrisa divertida. 

-Sí, lo soy -dije-. Me llamo Silver. 

-Silver, es un buen nombre -pronunció y después asintó. Estiró su brazo para tratar de estrechar su mano con la mía. Su mano estaba cubierta por un guante blanco y sucio por la tierra-. Es un placer, soy Sonic. 

Por fin pude conocer la identidad de Sonic. No creí que fuera tan amable como Amy. 

-El placer es mío, Sonic. 

Pero cuando estreché mi mano contra la suya todo me dio vueltas. Los episodios aparecieron nuevamente. Pude ver a Sonic muchas veces en mi mente, sonriéndome, ayudándome, halagandome y...salvándome. ¿Por qué? ¿Acaso Sonic tiene algo que ver con que no pueda recordar algo? Todo esto es tan extraño...

Me di cuenta que mi estrechamiento había durado más de lo común, por lo que me gané una mirada confusa por parte de Sonic. Enseguida, solté su mano y actué como si nada extraño estuviera pasando conmigo. 

-¿Eres de Mobius? -preguntó.

-No, soy de Orbis. 

-¿Orbis? -frunció el entrecejo tratando identificar la ciudad-. Me temo que desconozco el lugar. 

-Lo mismo aseguró Amy. 

-Entiendo -asintió-. Espero que algún día pueda conocer tu ciudad, soy amante de las exploraciones y de los viajes, puedo estar aquí y allá en cuestión de segundos. 

-¿Y cómo? -cuestioné. 

-Corriendo -sonrió-. No es por presumir pero...soy muy veloz. 

Solté una risa infantil. Sonic me miró desconcertado y eso me hizo parar. ¿Estaba hablando en serio? 

-Es imposible que puedas llegar de Mobius a Orbis sólo corriendo, te tomaría días -afirmé, por lo que Sonic se cruzó de brazos. 

-¿No me crees, entonces? 

-Por supuesto que no -le dije-. Jamás he conocido a un sólo humano que pueda viajar de una ciudad a otra con tan sólo correr. 

-¿Humano? 

-Sí, humano...

Era un humano ¿cierto? ¿Me estaba tomando el pelo? 

-Tú...¿eres un humano? -preguntó. 

-Lo soy y tú también -aseguré. 

-Bueno en realidad...

-¡Sonic! -exclamó Amy saliendo desde la cocina, sosteniendo una taza en las manos-. Veo que ya se conocieron. 

-Amy...¿podría hablar contigo un minuto? -preguntó Sonic.

-Seguro, ¿qué sucede? 

-Amm, disculpa Silver -dijo para después llevarse a Amy a un rincón lejano a mí. 

-¿Qué sucede? 

-¿Quién es él y por qué está aquí? 

-Es un amigo, lo encontré inconsciente en el bosque, no tuve opción más que ayudarlo. 

Rodé los ojos. La sala estaba casi vacía, era lógico que sus voces resonaban como eco por toda la habitación. Podía escucharlos, pero ellos no sabían eso. 

-¿Te has vuelto loca? -alarmó Sonic-. No recoges a nadie de la calle sólo porque lo vez inconsciente. 

-Tú hiciste lo mismo con Espio. 

-Porque estaba herido, tenía un corte bastante profundo en el abdomen -se excusó. 

-Sin embargo, no le quita el hecho de que era un desconocido. 

-El punto es, que no sabes quién es él en realidad

-Claro que lo sé -dijo Amy-. Bueno, no tanto como para confiar en él pero...sé que es bueno.

-Puede ser un espía del presidente -opinó Sonic intentando ser discreto, pero no lo era para nada-. ¿Te dijo que es un humano? 

-Algo así. 

No dejaría que siguieran discutiendo por mí. Era absurdo. No tenía motivos para quedarme en esta ciudad de todos modos. Debería regresar a Orbis a como diera lugar, mis recuerdos se quedaron atrapados allá, posiblemente el presidente Cat podría ayudarme. 

-Está perdido, no sabe donde queda Orbis, ¿tú lo sabes? -continuó Amy.

-No en realidad. 

-Chicos -intervine-. Sé que esto les incomoda un poco, pero descuiden, trataré de llegar a Orbis de otra manera. 

-Oh, espero que no te sientas ofendido, Silver -comentó Sonic. 

-Para nada, al contrario, les agradezco la ayuda. 

-Pero...

-Tranquila, Amy, estaré bien -sonreí-. Gracias por ayudarme. 

Salí de dicha casa. No quería ocasionar problemas, era obvio que ellos dos formaban una linda pareja (aunque un poco extraña), y demasiado amables. 

Aunque me moría de ganas por hacerle un sin fin de preguntas a Sonic. ¿Quién era él en realidad? ¿Por qué se aferraban a la idea de que era un espía del presidente? ¿Acaso le temen? Sea lo que esté pasando en este lugar, no me incumbía en lo absoluto. Lo único que podía hacer ahora era irme lejos y buscar al presidente Cat. 

Sin duda el podrá ayudarme. 

Llegué por el camino que recorrí junto a Amy, todo seguía intacto. Estaba casi seguro que nadie se atrevería a entrar a este bosque. Entonces ¿por qué vivían en un lugar lejos de la ciudad? ¿Se estaban escondiendo? 

Cuando llegué al mismo sitio donde me encontré a Amy, todo se sentía extraño, era como si alguien estuviera cerca. A lo lejos, observé las hojas de los arbustos volar en el aire y un montón de polvo se levantaba como hace un rato en casa de Amy. El polvo se acercaba a mi, cada vez más. ¿Una tormeta? ¡Maldición! ¿Qué debería hacer? Traté de cubrirme, pero al instante, el salto de una persona me hizo caer al césped. 

Fue como un rayo ante mis ojos, los cuales, cubrí con el montón de polvo que se me había metido. ¿Qué había sido eso? ¿Un animal? Era imposible, los animales no corren a esa velocidad, ni siquiera un leopardo. 

Enseguida escuché un montón de explosiones no tan lejos de aquí. Pegué un brinco y busqué un lugar seguro. ¿A qué se debía dicho bombardeo? ¿Qué diablos estaba pasando en esta ciudad? 

-¡Águila 3 ¿me copias? cambio.

-Aquí águila 3 a águila 2, ¿lo tienes? cambio. 

-Negativo, cambio. 

-Es veloz, no puedo alcanzarlo, cambio. 

Visualicé un par de naves volando por encima de los árboles. Tenía los altavoces, que era capaz de escuchar sus conversaciones. Sea lo que estuviera pasando, ese par buscaba al fenómeno que pasó como rayo sobre mí. 

Un momento. Tal vez ellos pueden ayudarme a regresar a Orbis. Sus naves eran rápidas (aunque no tanto como lo que pasó hace un momento). 

No era una mala idea. 

Salí de mi escondite y miré hacia el cielo despejado. El sol era bastante intenso por lo que hice sombra con mi mano. ¿A dónde se habían ido? 

-¡HOLA! -comencé a gritar para llamar su atención-. ¡¿PUEDEN ESCUCHARME?! 

En un abrir y cerrar de ojos las naves se detuvieron por encima de mí. Dos hombres aparecieron en las cabinas de estas, uno en cada nave. Portaban una mascarilla rígida y negra que les cubría del puente nasal hasta la barbilla, esta, se conectaba a un tubo de oxígeno. 

-¿Es él? cambio. 

-No lo sé, jamás lo he visto de cerca, cambio. 

-¿Qué más da? Es nuestra oportunidad, cambio. 

¿Cómo podían comunicarse con dicha mascarilla? No importaba. Era ahora o nunca. Alcé ambas manos para pedir ayuda de la manera más amable.

-Disculpen...quisiera sabes si ustedes...

-Armas listas, cambio. 

-A tus órdenes águila 2, cambio. 

-¿Disculpen? 

-¡Fuego! 

De la nave sobresalieron un par de armas gigantescas las cuales dispararon en segundos. Antes de que las balas me alcanzaran, el tiempo se detuvo en microsegundos cuando de repente, el salto de una persona llamó mi atención. Giré para verlo pero antes de que pudiera hacerlo sus manos alcanzaron mi abdomen y se aferraron a él con fuerza para después llevarme con él a gran velocidad.

El impacto fue tan grotesco, que mis pies se tambalearon al tocar el suelo y caí rodando por el césped hasta topar contra el tronco grueso de un árbol. 

¡Joder! Tosí al sentir un gran dolor en mi pecho. Fue un golpe bastante duro. ¿Qué había sido eso? 

Me levanté del suelo quedando de rodillas ante lo que fuera que estuviera frente a mí. Alcé la mirada. Un chico salió de las sobras de los árboles, llevaba los brazos cruzados. Ni siquiera parecía cansado o herido. Estaba intacto. 

-¿Quién...eres tú? -pregunté en jadeos. 

Su mirada era demasiado arrogante. Su vestimenta era totalmente negra. Su piel, era un poco más oscura que la de Sonic o Amy. Tenía el cabello intensamente negro con algunos mechones rojos escondidos y poseía una mirada tan penetrante con aterradores ojos rojos. ¿Podría un humano desarrollar esa tonalidad en sus ojos? ¿Qué era él realmente? 

-Eso debo preguntarte yo -respondió. Su voz era gruesa y portaba un tono algo agresivo-. ¿Quién demonios eres tú y por qué te dejas atrapar tan fácil? 

-¿Qué? 

-Un momento... -me observó de pies a cabeza. Luego sonrió de manera divertida-. Efectivamente, eres un idiota. 

-¿Ah? 

-Da igual, no me interesa dialogar contigo -dijo de manera irritante-. Será mejor que te cuides la espalda o acabarás muerto. 

Se dio la media vuelta para retomar su camino, pero lo detuve:

-¡Espera! 

Colocó los pies firmemente sobre el césped y se posicionó como si fuere a correr un maratón. 

-Te he dicho que no me interesa, así que hasta nunca.

-¡Vengo del futuro! -emití antes de que fuera demasiado tarde. 

Se quedó un par de segundos en la misma posición pero después enderezó su espalda para darse la media vuelta nuevamente y mirarme de una manera extraña. ¿Estaba confundido? ¿Molesto? ¿Sorprendido? No lo sabía, todo en él era difícil de comprender. 

Inclinó su cabeza hacia un lado tratando de entender algo. Era tan parecido a Sonic. ¿Por qué? ¿Acaso eran gemelos? 

-¿Quién demonios eres tú? 

Se acercó con una intención no muy buena. Yo intenté retroceder pero tenía el árbol a mis espaldas. Estaba acabado. 

-Oye, ¡te he hecho una pregunta! -exclamó llevando una mano a mi hombro.

¡Maldición! 

De nuevo el dolor de cabeza. Estaba vez era más intenso que el anterior. Mi cabeza estaba a punto de estallar en mi pedazos. Comencé a gritar de una manera desgarradora. ¿Por qué? ¿Por qué de nuevo? ¿Qué estaba pasando conmigo? 

De pronto, lo vi. A este sujeto. Estaba en mi mente. 

No eres tan fuerte como yo creí...eres tan patético...tú no puedes ser él...

Sonreía, pero no de alegría. Era una sonrisa malvada y desquiciada. Tenía intenciones de lastimarme. 

Yo no confío en ti...jamás lo haré...así que piérdete. 

Y ahora yo estaba llorando...¿por él? ¡Joder! Comencé a sentir una punzada esta vez en mi corazón. 

¿Quieres saber quién eres tú en realidad?...tú eres...

-¡Aléjate! -de un manotazo, alejé su brazo de mi hombro. El dolor comenzó a desaparecer lentamente. Traté de levantarme del suelo pero me fue imposible. Los mareos se hicieron presentes y mi vista se tornó borrosa. Ahora no podía distinguir al sujeto frente a mí. 

¿Por qué me afectaba tanto? ¿Quién era él en realidad? 

Mi cuerpo se volvió tan frágil, que caí al suelo del cansancio. 

-¡Ts! Qué débil... 

Y de pronto todo se tornó oscuro. 






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HOLA HOLA !

Espero que hayan disfrutado de este nuevo cap. Como podrán ver agregué ciertas cositas que a lo mejor no van con la saga pero es mi imaginación y mi historia jaja así que más adelante sabrán a qué me refiero ;) 

Que tengan un lindo día. 








domingo, 29 de diciembre de 2019

Capítulo 1: Cinco años atrás


La ciudad arde en llamas justo ahora. Los humanos han huido a un lugar más seguro. Los edificios caen en cuanto el fuego alcanza su totalidad. Las calles llenas de escombros impiden el paso a los autos que ya están abandonados. 

¿Cómo pasó todo esto? 

Volé por los aires en busca de algún ser humano en peligro, pero todos se habían ido. Agradecí que fuera eso y no otra cosa. 

Aterricé justo frente a una puerta de acero bien sellada. Sabía de que nuestro escondite serviría de mucho después del caos en la ciudad. 

Blaze está a salvo. 

La luz fosforescente en mi cuerpo se desvaneció. Aún no me he acostumbrado a eso, pero sé que pronto seré capaz de controlarme. Nada de esto ha sido fácil para mi ni para ella. 

Toqué la puerta tres veces haciendo pausa por tres segundos en cada golpe. Esa sería nuestra contraseña. Sencilla pero al menos significaba que estábamos vivos. 

Esta misma se abrió enseguida. Pude apreciar su bello rostro aperlado. Su cabello color lila se encontraba suelto esta vez. La guerra le había causado poco entusiasmo por el estilismo. 

-¡Silver!-. me recibió con un cálido abrazo. Su tono de voz demostraba preocupación-. Por un momento pensé que te habían capturado. 

-¿Capturarme? -pregunté asimilando una ofensa sarcástica-. Estás hablando con el chico más rápido de esta ciudad. 

-Segundo quizá -interrumpió una voz ardua y madura desde el pasillo de la pequeña cocina. 

El padre de Blaze. Un viejo cascarrabias quien se la ha pasado fastidiándome desde el primer día en que los conocí. Podría responder de la misma manera, sin embargo, Blaze me importaba más que él. 

-Papá -reprochó Blaze. 

-Sólo digo la verdad -respondió a su defensa-. Los tres sabemos quién es el primero más rápido y no eres tú Silver. 

-Lo sé -apreté mis labios conteniendo unas rotundas ganas de maldecirlo eternamente. 

El entorno se volvió un tanto incómodo por lo que Blaze decidió romper el hielo. 

-Haré la cena ¿de acuerdo? -sonrió tratando de hacerme sentir bien-. Prepararé el platillo favorito de papá. 

-Genial -aludió su padre-, una buena noticia el día de hoy. 

Blaze se obtuvo a decir algo más ya que ambos sabíamos que su padre era tan difícil de tratar, así que sería mejor quedarse callado. 

Ella se dirigió hacia la cocina mientras que yo trataría de entablar una charla con su padre o quizá sólo me quedaría sentado en el sofá mirando fijamente a un sólo lugar pensando en cómo todos mis amigos han muerto gracias a mi impaciencia. 

Nunca pensé que las cosas se tornarían oscuras en poco tiempo. Hace apenas algunos meses los chicos me habían enseñado a controlar mis poderes. Y en cuestión de minutos los perdí. 

-Imagino que debes estar devastado -comentó el padre de Blaze. 

-Lo superaré. 

-Tus amigos han muerto por tu incompetencia y eso te perseguirá eternamente -dijo fríamente-. No hay nada que puedas hacer ahora ¿cierto? La ciudad está hecha pedazos, del cielo caen cenizas, las calles arden y todo gracias a...

-A mi -respondí al instante-. No tiene que repetirlo constantemente, eso me quedó claro. 

-Sólo quiero que escuches lo que voy a decirte justo ahora Silver -su tono de voz se volvió agresivo-. Mi hija, está a salvo gracias a mi. 

Chasqueé la lengua con una gran sonrisa fingida. Eso le sacó de quicio. 

-Debo admitir que mantenerla encerrada en un lugar donde la mayor parte del tiempo se la pasa atendiéndolo a usted le ha funcionado. 

-Claro que sí -gruñó en voz baja-. De haberla perdido también por tu culpa justo ahora estaría asesinándote. 

¿Qué debería responder? Arrancarle la cabeza sólo haría que Blaze me odiara por toda la eternidad. 

Al menos el viejo tenía razón, proteger a su hija de esa manera la mantuvo con vida. De ser lo contrario jamás me lo hubiera perdonado.

-El loco de cabello azul intentó ser heroico pero sólo fracasó. 

-Su nombre era Sonic y lo que hizo fue lo más valiente que jamás haya visto -reclamé ante él. No podía permitir que hablara de esa manera de mis amigos-. A comparación de otros quienes decidieron ser egoístas con la ciudad acobardándose bajo un techo de acero y puertas selladas. 

-Pero al menos seguimos con vida 

Suficiente! 

Alcé mi puño para plasmarlo en su vieja y arrugada cara, sin embargo, su velocidad lo alcanzó primero. Me detuvo sin siquiera mover un sólo dedo. Su cuerpo se tensó mientras que sus ojos estaban fijos en mi puño. 

Aplicar fuerza en mi brazo no fue suficiente, sentía como una barrera invisible impedía que ese golpe llegara a su objetivo, era bastante difícil de traspasar. 

¿Cómo es que está pasando esto? ¿Mis poderes nuevamente se salieron de control? 

No. La telequinesis no tiene nada que ver con esto. Estoy intentando golpearlo, no quiero detenerme. 

A no ser que el que emite otro poder sea...

-Eres un tonto Silver -se burló. Mi puño insistía en penetrar aquella barrera invisible, pero en lugar de avanzar, sólo la hacía retroceder-. ¿Cómo pudiste pensar que podrías salvarlos si ni siquiera puedes controlarte a ti mismo? 

-Ellos me ayudaron...

-Ellos están muertos ahora, Amy, Tails, Knuckles, Sonic...inclusive Shadow, quien admito, fue el más difícil. 

-¿Qué está...? 

Un sólo chasquido de sus dedos hicieron que mis brazos se apegaran fuertemente a mi cuerpo. Mis pies se elevaron del suelo. No podía moverme. ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo es que está haciendo esto? 

-Usted...no...usted... -luchaba por hablar. La voz muy apenas la podía emitir.

-¿Pensaste que era un simple humano? -rio-. Que iluso eres. 

Mi cuerpo ardía como si estuviera en llamas. Necesitaba escapar de su agarre ahora mismo o no duraré mucho tiempo con vida. ¿Pero cómo? 

-Tranquilo hijo mio no te asesinaré, no frente a mi hija. Ella está esperanzada a que tú le declares tu amor -sonrió con malicia-. Pero eso no sucederá. 

Mi cuello comenzó a sentir un apretón fuerte. Mis vías respiratorias estaban cerrándose. ¿Qué se supone que deba hacer? Mis poderes son nulos. No puedo mover ni siquiera mis ojos. 

-Bl...Bla...Blaze -salió como un susurro de mis labios. El instinto de gritar era demasiado que no podía emitir una palabra más. Sentía como me iba desvaneciendo lenta y dolorosamente. 

-Ella estará bien junto a mi, de eso no tienes que preocuparte -dijo-. Mientras tanto tú irás en busca de esos chicos mutantes, los obligarás a elevar tus poderes metahumanos e impedirás esta guerra ¿te quedó claro? 

¿A qué se refiere? No estoy comprendiendo ni una sola palabra de su boca. 

-Retrocederé el tiempo cinco años mi querido Silver, sólo tú y yo sabemos quién fue el causante de todo esto ¿no es así? -apretó su puño causándome un grito interno. Mis costillas se rompieron. El dolor era inmenso-. Tú objetivo será sólo uno y no te preocupes te daré una pista. Es un chico de tu edad con una velocidad increíble y un talento único para meterse en problemas, sin embargo, es hábil y sabe lo que hace cuando le conviene. ¿Lo has resuelto? Claro que sí. 

Su agarre se deshizo. Caí al suelo débil y adolorido. Mis manos querían ir a todas partes de mi cuerpo para aliviar el dolor. 

Levanté la mirada al escuchar un extraño ruido proviniendo en el mismo lugar donde ambos estábamos. Quería asegurarme de que Blaze estuviera bien. 

Aprecié un portal en forma de flama. Mis ojos no distinguían los colores, todo se veía tan borroso. 

-Esta guerra no ocurrió y no ocurrirá si cumples con esta simple misión. 

-Blaze... -sólo eso pude decir. 

Con una mano en el aire levantó mi cuerpo. ¿Telequinesis? ¿Él también? 

-Ve por Sonic. 

Con una fuerza increíble me lanzó contra el portal, sin importar el dolor, cubrí mi rostro. Tenía miedo de ser golpeado nuevamente por algo más. 

Al salir del portal, impacté contra el suelo. 

Esta vez no resistí más el dolor. Mis ojos se cerraron al instante. 








 

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¡HOLA! 

Tal vez se pregunte, ¿qué le sucede a esta tipa? ¿va a irse y regresar cuando se de la gana?...

PUES SI 

Jeje, es broma. 

Tal vez estos blogs ya no tengan el mismo interés de antes por parte de los lectores, sin embargo, me gusta escribir sobre este tipo de historias en especial de Sonic y sus amigos. No importa cuantos sean los que lo lean, con redactar, imaginar e intrigar a unos pocos es emocionante. 

He decidido recrear esta historia, sé que ya tenía unos capítulos avanzados pero me gustaría hacerlo al estilo "wattpad" o cualquier otra app que ustedes lean, porque sé que mis historias no se comparan a cualquier libro que compren por ahí, esta está llena de errores, es más horrores ortográficos jaja pero inmediatamnte los corrijo. No soy profesional escribiendo, no publico libros ni nada por el estilo. Pero me gusta escribir este tipo de historias que se me ocurren de repente. 

Se me han ocurrido un montón de ideas con esta historia. Como pequeño adelanto, incluiré a la mayoría de los personajes de la saga Sonic y algunos inventados por mi, esto para darle obviamente más suspenso y acción jeje. Verán quizá muchos nombres extraños o personajes que no tienen quizá nada que ver, pero vamos, esto es "original" de mi parte. 

Las imágenes, cualquiera que vean ya sea de fondo, o en el cap son sacadas de internet, algunos son fan art, otros de fan fics que he sacado por ahí, pero estoy tomando unas clasesillas de dibujo e intentaré dibujar algo al estilo Sonic. 

Sin más que decir, espero que les guste este pequeña introducción de lo que es una nueva historia. Les aseguro que será emocionante e impactante. 

PD: Como se darán cuenta en el capítulo me dirijo a los chicos como "humanos" no se les menciona como erizos hasta caps más adelante. Ustedes quédense con esa intriga, ya verán de lo que hablo. 

A los viejos lectores que me han seguido desde que inicié en "La vida de Shadow the Hedgehog" es un placer volverlos a leer y gracias por todo su apoyo en verdad. Y si hay nuevos lectores pues bienvenidos sean siempre jeje. 

Nos leemos en el siguiente cap. ;)